“LA FILOSOFÍA DE VIDA DE PEPE
MUJICA”
La filosofía de Pepe Mujica envuelve una visión del
ejercicio político para servir, no para servirse. Su filosofía práctica es
un cuestionamiento al enriquecimiento mediante la instrumentación de la
acción política, aborda la política como buena, y cuestiona que los malos son
los políticos. Un mensaje directo para las izquierdas y las derechas. Lo
dominante es que una porción del liderazgo se ha enriquecido durante su estadía
por el Estado. Las brechas de acceso a bienes entre políticos y población son
muy honda y profunda. Ya Pepe lo había dicho que “El poder no cambia a las personas, sólo
revela quiénes verdaderamente son”.
Aquellos que
firman que tienen como oficio o profesión la política, Pepe Mujica le cuestiona
que no se puede vivir de ella porque es una pasión para construir futuro mejor
y a aquellos que les gusta la plata les sugiere que estén bien lejos de la
política. Es una filosofía de la ética en la política.
"Liviano de equipaje" no son tan solo
palabras, sino que es una práctica que ha llevado a cabo durante toda su vida.
La conclusión de Pepe Mujica es que al mundo le sorprende su
sencillez, la cual es única en el ambiente político y ello lo hace
especial. Mujica es un ejemplo a seguir, su filosofía simplemente
debería ser la base de cualquier educación.
"En la vida hay
que aprender a cargar con una mochila de dolor, pero no vivir mirando la
mochila"
En
uno de los momentos más emotivos de la entrevista, Mujica recuerda su vida y
comparte una de las enseñanzas que ha podido extraer de ella: los dolores
sufridos no deben olvidarse, pero tampoco deben ser removidos constantemente.
Lo mismo aplica para la historia de un país: no se debe cerrar los ojos ante
las malas decisiones que se hayan tomado en el pasado, sino que se deben
recordar para no repetirse. Al ser
interrogado por aquello que experimentaría si fuera galardonado con el premio
Nobel de la Paz, Mujica respondió eso, con una actitud que demuestra que no
está buscando el reconocimiento personal, sino que está volcado a gobernar para
el grueso de la población uruguaya.
Sólo queda decir que la inspiración que este hombre
produce no se queda en la simple admiración del individuo, sino que invita a
reflexionar sobre nuestros gobernantes y sobre nuestras acciones cotidianas,
pues unos se corresponden con otras, aunque no queramos verlo.
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